Es uno de los monumentos más visitados dentro del parque de María Luisa, en Sevilla. Una obra escultórica de la que brotan misterios y simbología poética.
El poeta y escritor romántico sevillano tiene su particular homenaje en una pequeña glorieta de la entrada al parque más grande de la ciudad. Se trata de un grupo escultórico de tres esculturas repartidas en una planta octogonal y declarado Bien de Interés Cultural (BIC).