Recuerdo que cuando éramos pequeños mis padres acostumbraban a llevarnos a todas partes de excursión y dado que éramos tantos, aprovechaban para darnos de comer lo que era más rápido, más típico y por tanto más barato. Recuerdo nuestros veraneos en la playa de la Antilla, Huelva, en los que nos llevaban de visita a Isla Cristina y a Ayamonte a ver a nuestros parientes más lejanos que cercanos, al menos para nosotros. Recuerdo también pasar alguna Semana Santa en Andalucía, sentados en una freiduría que había en una esquina en Isla Cristina mientras veíamos pasar las procesiones comiendo los cartuchos de pescaíto frito. Para mí era algo bastante exótico ya que en Madrid no existían freidurías al uso ni procesiones semanasanteras que lo merecieran. Lo más parecido eran los tradicionales bocatas de calamares del Brillante o de la Plaza Mayor. ¡Disfrutábamos de lo lindo! esos choquitos, esas pijotas, esas acedías, ese adobito ummmm. Poco después conocí la variante Inglesa. los fish and chips, que mucho tiene que envidiar a la versión española. En fin, haciendo un pequeño homenaje a algo tan andaluz y a la vez tan rico, os adjunto un enlace con las mejores freidurías de la ciudad donde ahora vivo. ¡¡Que lo disfrutéis!!
http://www.guiarepsol.com/es/gastronomia/cultura-gastronomica/las-mejores-freidurias-de-sevilla/